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Las islas de Cabo Verde se dividen en dos grupos de islas. Las islas septentrionales del Barlavento ("islas sobre el viento") y las meridionales del Sotavento ("islas bajo el viento"). Sólo nueve de las quince islas están permanentemente habitadas. Las extensas playas de arena se encuentran sobre todo en las llanas islas orientales, así como en Sao Vicente. Detrás de las playas se extienden zonas de dunas y marismas, donde encontrará una gran variedad de especies vegetales, unas 90 de las cuales no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. La deshabitada isla de Santa Luzia atrae con kilómetros de solitarias playas de arena. Si planea una estancia más larga, no deje de navegar hacia el sur, a la isla de Fogo. Visitar el volcán de 2.728 m de altura es una visita obligada, no sólo para los excursionistas. A sólo unas 10 millas náuticas se encuentra la isla Brava, completamente opuesta, también conocida como isla de las flores.

Boa Vista es una de las islas orientales llanas con muchas dunas de arena. Sal Rei se encuentra en el lado norte de las islas, desde kilómetros de amplias playas hasta Praia da Chave. Alrededor de la isla costera de Ilheu de Sal Rai se encuentra una de las zonas de buceo y submarinismo más populares de Cabo Verde, con sus aguas tranquilas y su rica flora y fauna. Justo al norte de Sal Rei, en la bahía de Esperanca, hay más de 50 pecios de más de cinco siglos. La principal actividad de la isla es, además del incipiente turismo, la pesca y la fábrica de conservas y pescado.

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Navegar por el extremo sur del Caribe es una especie de secreto. Pero aquellos que exploran más allá de las islas tradicionales saben que aquí es donde se encuentra el epicentro de la historia colonial, la increíble biodiversidad, la cocina de influencia tica y las culturas que iluminan las que se encuentran más al norte.

Es el corazón del Meno español, donde riquezas incalculables embarcaban en galeones rumbo a Europa y fuertes coloniales frustraban los ataques piratas. Es el estrecho istmo que alberga el Canal de Panamá, una obra de ingeniería épica que cambió irrevocablemente el curso del comercio mundial. Y es el hogar de tribus indígenas como los Kogi, los Ngobe-Buglé y los Kuna, que han conseguido mantener sus formas de vida tradicionales a pesar de vivir en uno de los cruces de caminos más transitados del planeta.

Estas costas son también algunas de las más bellas y biodiversas del planeta, hogar de arrecifes de coral ricos en vida marina, cuevas subterráneas de murciélagos y la mayor diversidad de aves del mundo. Sin embargo, a pesar de todas sus atracciones, no hay que ir muy lejos para encontrar islas vírgenes o canales rodeados de selva donde los perezosos cuelgan despreocupadamente de las ramas de los árboles.

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Los trenes Frecce de alta velocidad de Trenitalia circulan por vías especializadas y ofrecen un mayor nivel de servicio y confort que los trenes InterCity y regionales. Hay tres tipos de trenes Frecce: Frecciarossa, (el más rápido; conecta las principales ciudades italianas); Frecciargento (conecta principalmente Roma con otras ciudades italianas); y Frecciabianca (los trenes Frecce más lentos). Los trenes Frecciarossa ofrecen cuatro clases de servicio, todas con Wi-Fi gratuito: Standard, Premium, Business y Executive. Todos los billetes Frecce incluyen una reserva de asiento y deben comprarse antes de subir al tren.

Trenitalia, el principal operador ferroviario de Italia, se creó en el año 2000. Trenitalia ofrece conexiones ferroviarias nacionales en Italia, así como conexiones internacionales con Austria, Francia, Alemania y Suiza. La compañía opera trenes regionales y de larga distancia, así como trenes de alta velocidad llamados Frecce, que circulan por vías especializadas a velocidades de hasta 360 km/h. Los billetes de Trenitalia se pueden comprar en línea, en estaciones de todo el país o en muchas agencias de viajes que ofrecen reservas.

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Balcones cubiertos de buganvillas, selvas repletas de vida salvaje, una de las obras de ingeniería más descaradas de la historia de la humanidad... aquí hay más tesoros de los que jamás soñaron los españoles. Retroceda en el tiempo hasta el apogeo del Imperio Español en Cartagena y Santa Marta, donde podrá visitar museos repletos de oro precolombino y joyeros que exhiben esmeraldas recién extraídas de las minas.  Únase a las aves en el dosel de la selva tropical y a los caimanes en los espesos manglares. Reviva la historia mientras atraviesa el Canal de Panamá, con las enormes esclusas abiertas sobre usted y el lago Gatún extendido a sus pies. Cene al aire libre bajo una colonia de estrellas y brinde por el antídoto perfecto contra el invierno.

Conocido por tener algunas de las mejores playas del Caribe, este puerto holandés hace que sea fácil simplemente... tomárselo con calma. Pasee por la ciudad para elegir su puerta de madera tallada favorita, o pase el día como hacen los arubanos jugando al dominó en una mesa junto a la playa.

La romántica Santa Marta lo tiene todo: historia (la ciudad más antigua de Colombia), belleza natural (desde suaves bahías y playas hasta la cordillera costera más alta del mundo) y su propia celebridad. Simón Bolívar ("El Libertador") es conocido como el George Washington de Sudamérica, y éste fue su Monte Vernon. Visite su hermosa finca o diríjase a una de las dos Reservas de la Biosfera de la UNESCO cercanas.